Inauguro sección hablando de esta pequeña novela policiaca del ínclito George R.R. Martín, tan en boga hoy en día gracias a su serie de libros Juego de Tronos y su adaptación a la pequeña pantalla.
Sirva de adelanto que yo ni he leído ni he visto Juego de Tronos. Empecé los libros, pero semejante dosis de crueldad me superó, teniendo que abandonar (lo intenté dos veces, y ya he desistido permanentemente). En cuanto a la serie, digamos que si no sale en Clan o no es de Pirritx eta Porrotx, en mi casa no se ve.
Centrándonos en el objeto de esta reseña, estamos ante una interesante novela policiaca, escrita en 1983. Sandy Blair, un antiguo hippie reciclado escritor de novelas de misterio de cierto éxito, que lleva una cómoda vida de yuppie, se encuentra ante un problema: la fecha de entrega del manuscrito de su próxima obra se acerca y no ha conseguido pasar de la página 29. Es en ese momento cuando recibe una llamada de un antiguo socio en una revista encargándole un articulo sobre el sórdido asesinato de un promotor y representante de grupos musicales, relacionado con el grupo The Nazgul, que tuvieron también un accidentado final.
Movido en parte por la nostalgia, la curiosidad y la necesidad de superar el bloqueo creativo, el protagonista se embarca en un viaje a través de las carreteras de Estados Unidos en pos de su investigación. Pero dicho viaje no supondrá la investigación de un asesinato, sino que se convertirá en un viaje interior sobre lo que fue la generación del 68 y aquello en que se han convertido 15 años después.
El libro está bastante bien, escrito en un lenguaje sencillo y directo (resaltar que no está traducido al castellano, por lo que me refiero a la edición americana). Los personajes están bien definidos, aunque cabe decir que en algún momento se tira bastante de clichés a la hora de construirlos. La historia está bien montada, aunque por momentos es previsible. No obstante, se hace entretenida y en ningún momento se vuelve tediosa.
De todas formas, la historia y la transformación del protagonista no son sino un vehículo para tratar, a través de los distintos personajes, de las ambiciones de una generación que pretendía cambiar el mundo y cómo, con el curso del tiempo, se ha visto incorporada a ese mundo contra el que se levantaron en su momento.
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