Segundo CD de estos británicos que nos traen un contundente death metal de la vieja escuela, lejos de adornos técnicos. Su propuesta apunta al death de sonido pesado y podrido, sin recurrir a alcanzar altisimas velocidades, pero creando un muro de sonido que aplasta al oyente.
La presentación del álbum es muy sobria, y en el libreto apenas tenemos información, más allá de los datos de la grabación y la formación. Nada de letras, unas cuantas fotos y a correr.
Directos al grano, el tema que abre el disco, Concussion, da una perfecta idea de por dónde van a ir los tiros. Death metal rápido, con algún blast beat, pero esa no es la tónica.
Le sigue Death Walks Above, que sigue el mismo patrón, solo que esta vez tenemos doble solo de guitarra y una alternancia entre guturales y voces rasgadas. Un acople de guitarra sirve para enlazar con Indulgence in Self Destruction, que continúa por los mismos derroteros.
Asylumaniac empieza con un ritmo más pegadizo, siendo para mi el mejor tema del CD. Tiene un par de riffs que le dan otra vidilla y hacen que te quedes más fácilmente con él. Into the Doom empieza con un aire más oscuro, para dar paso a la ya habitual sucesión de riffs repletos de intensidad, pese a que dura 5 minutos y podría esperarse algo más de variedad a tenor del inicio del mismo.
Breeding Anger retoma la senda de los temas cortos y directos, con una parte central más rítmica y pegadiza. Otro de los mejores temas del disco.
Con Fear Within terminamos el CD. Un tema rápido que alterna las voces guturales con las rasgadas y que sirve para dejar un buen sabor de boca al oyente.
En definitiva, dado que los temas apenas sobrepasan los 3 minutos, no es que tampoco dé mucho tiempo a innovar en cada uno. No obstante, el CD está bien, media hora de intenso death metal sin mayores alardes.
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