Megadeth - Dystopia (2016)

Nuevo álbum del Sr. Mustaine y su séquito, fiel a su cita de cada 2-3 años. Es reconfortante ver que a pesar de su dilatada trayectoria, todavía arde en Dave Mustaine la energía necesaria para mantenerse puntualmente activo en el ciclo gira/disco, al igual que Slayer (oído, Metallica?).

Con media formación nueva tras las espantadas del batería y guitarra solista por motivos nunca bien explicados, durante largo tiempo se estuvo especulando con el retorno de la alineación que grabó el estupendo Rust In Peace. No obstante, para decepción de gran parte de la parroquia metalera, dicha reunión no fructificó, por lo que finalmente Mustaine optó por dos nuevos fichajes, ambos con suficiente caché dentro del panorama como para resultar desconocidos: a la batería está Chris Adler, de los modernetes Lamb Of God y declarado fan de los Megadeth clásicos, y a la guitarra Kiko Loureiro, virtuoso brasileño conocido por su labor en los jebilones Angra. Al bajo huelga decir que continúa Dave Ellefson, fiel escudero de Mustaine salvo en sus años más turbulentos a principios de siglo.



Con el tema de la formación solucionado, es hora de ver si musicalmente se ha conseguido arreglar el soberano desaguisado que fue ese Thirteen, objeto de revisión aquí, o si han entrado en barrena.

En primer lugar, el sonido: el disco suena compacto y atronador, nítido pero a la vez el sonido es lo suficiente "sucio" como para realzar la agresividad de las canciones. Se puede decir que la producción en este caso ha conseguido realzar los puntos fuertes de las canciones. Quizá en la batería hubiera subido un puntito el volumen de la caja, ya que son los bombos los que atraen toda la atención.

Los nuevos fichajes cumplen sobradamente. Tras años soportando la simpleza de los ritmos y la escasa pegada de Shawn Drover, la aparición de Chris Adler ha sido como una bendición. Recupera los redobles y ritmos que fueron marca de la casa en los discos clásicos, dando una nueva dimensión a los temas. En cuanto a Kiko Loureiro, su predecesor es cierto que no desempeñó un mal papel en el estudio, pero no terminaba de encajar en cuanto al estilo. En este Dystopia, Loureiro parece por momentos meterse en la piel de Marty Friedman, no imitando, pero sí recogiendo la esencia de su trabajo en discos como Rust In Peace. Supongo que en su debut no habrá querido arriesgar y pasarse innovando en la fórmula, o quizá el disco ya estaba escrito cuando llegó. Habrá que verle en sucesivos lanzamientos, pero por el momento parece que en directo ha devuelto el feeling a los clásicos que su predecesor, Chris Broderick, no supo imprimir. Una pena, porque es un guitarrista excelente, aunque un tanto robótico a la hora de tocar.

El disco empieza fuerte: tras un breve canto de inspiración árabe, nos llega The Threat is Real. En ella podemos apreciar algo en lo que no puedo dejar de pensar durante todo el disco: que la voz de Mustaine definitivamente ya no es lo que era, siendo ahora mucho más ronca. Una pena, porque sin ser un gran cantante, tenía una voz única y personal. Pero bueno, a lo que iba, esta The Threat Is Real es un verdadero trallazo donde Kiko Loureiro también aprovecha para lucirse en los solos.



A continuación Dystopia, tema título del álbum, menos intensa que la inicial, pero con un estribillo muy pegadizo. Y para completar un inicio espectacular, Fatal Illusion (casualidad que los tres adelantos vayan las primeras en el disco, ¿no?). De nuevo un tema rápido e intenso con un gran trabajo de guitarras y un filtrado raro en la voz que no termina de encajarme, pero es de lo mejor del disco sin duda.

Con Death from Within bajan de nuevo las revoluciones y vuelven los estribillos pegadizos. Además, por momentos la voz recupera el tono de los viejos tiempos.  Unas guitarras acústicas nos llevan a Bullet to the Brain, otro tema más pesado que rápido, con un buen solo, pero que sin estar mal, es de los puntos flojos del disco.

Post American World nos mantiene en la senda de los medios tiempos thrasheros, cogiendo un poco de velocidad en los estribillos y los solos. Poisonous Shadows empieza con un solo de guitarra para dar paso a uno de los temas más melódicos del disco, como si quisiera ser el particular A Tout le Monde del CD, melancólico y emotivo.

El siguiente tema, Look Who's Talking, es más dinámico, y destaca la furia con la que canta Mustaine, que parece casi escupir la letra. Tras él, un poco de descanso con Conquer or Die!, donde tenemos un interludio instrumental que comienza con unas bonitas guitarras acústicas para dar paso a una exhibición de corremástiles. A su vez éste enlaza con Lying in State, tema que va a todo trapo y en el que la voz parece más ronca incluso de lo que ya de por sí es en el CD.

The Emperor es un tema raro, con alguna línea de voz más propia del rock tipo Foo Fighters que del metal, y en el que Mustaine se desquita también en las letras, quedándose bien a gusto. La canción está muy bien, eso sí.

Los bonus tracks de la edición especial son Last Dying Wish, otro tema intenso que no desmerece al resto, y Foreign Policy (versión de Fear), punki 100%, que cierra el álbum a toda velocidad. Además, la versión trae unas gafas de realidad virtual con las que uno puede disfrutar de un concierto de Megadeth en el móvil (el pequeño problema es que se necesita un Galaxy S5 para que la cosa vaya fluida...). Eso sí, hay 4 ediciones distintas cada con sus bonus tracks, así que hay por ahí canciones que no he podido escuchar.

En fin, no sé si este Dystopia a la altura de los clásicos, pero desde luego que es muchísimo mejor que sus últimas entregas. Un muy buen disco que reafirma a Dave Mustaine como uno de los grandes compositores del mundo del heavy metal.

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