In memoriam: Nick Menza

Aquellos maravillosos años...
De piedra me he quedado al conocer la noticia de la muerte de Nick Menza, el batería de la época dorada de Megadeth y, junto a Marty Friedman y los omnipresentes Dave Mustaine y David Ellefson, integrante de la formación clásica de dicha banda.

No es (era) una figura de primera línea, como eran Lemmy o Keith Emerson, por recordar dos ilustres fallecidos recientes del rock, pero repito, la noticia me ha caído como una bomba. No estamos hablando de un músico cualquiera, estamos hablando del, por derecho propio, batería de Megadeth, por mucho que estuviera alejado de la banda, y uno de los mejores músicos que ha pasado por la escena del thrash metal.

Para mí, durante unos años, antes de descubrir a Mike Portnoy y a los baterías de death metal técnico, Nick Menza fue el mejor batería del mundo. Es el tipo que está a los parches en discos tan atronadores como Rust In Peace o Youthanasia. Este último álbum tuvo mucha culpa en que yo esté escuchando metal hoy en día y en que vosotros estéis leyendo estas líneas.


Se unió a Megadeth en 1989, tras ser el técnico de batería y sustituir a su predecesor en un par de conciertos. Grabó los mejores discos de la banda (los mencionados Rust in Peace y Youthanasia, junto con el Countdown to Extinction, y también estuvo presente en el menos exitoso Risk) y verlo en vídeos en directo, con esos platillos que colgaban en lugar de ir sobre soportes tradicionales... Formado en el jazz, introdujo ritmos y técnicas propias de este estilo en la música de Megadeth, ayudándoles a dar ese paso adelante a nivel técnico y compositivo que supuso el Rust in Peace, obra cumbre del thrash metal donde las haya.

Es tal la importancia y el legado de Nick Menza en Megadeth que, casi 20 años después de su salida de la banda, el nivel de los distintos baterías que han ocupado SU sitio se mide comparándolos con él (para desgracia de ellos, todo hay que decirlo). Sólo Chris Adler (reconocido fan de la banda que creció escuchando el trabajo de Menza) ha conseguido estar a la altura tras todo este tiempo.

Tras salir de Megadeth en 1998, tras problemas de salud derivados de un tumor en una rodilla y otras costumbres no precisamente saludables, se le perdió la vista tocando con grupos de jazz y alguna que otra colaboración aquí y allá. Mediada la década de 2000, recuperado ya de sus problemas, intentó volver a la primera línea de la música, pero su posible retorno a Megadeth se frustró (se dice que porque no estaba tan recuperado), e intentó sacar adelante su propio proyecto.

A finales de 2015 estuvimos a punto de presenciar el retorno de la formación clásica de Megadeth. Los vídeos que Menza colgaba en Youtube nos mostraban a un batería de nuevo a la altura de su propia leyenda, pero al parecer desacuerdos económicos nos privaron de presenciar dicho retorno. Así, se unió a otros dos ex-Megadeth (Chris Poland y James LoMenzo) en el combo de rock/jazz instrumental OHM.

Y así, durante un concierto de OHM, el pasado sábado 21 de mayo de 2016, Nick Menza sufría un gravísimo ataque al corazón que hizo inútiles todas las maniobras de recuperación. Un triste final para un músico de talla enorme, al que su legado sobrevivirá. Hoy, por de pronto, que no pare de sonar el Rust in Peace, la mejor manera de recordarle.

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